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A pesar de ser un pueblo pequeño y con una tasa elevada de ocupación en verano, existen bolsas de aparcamientos repartidas por el pueblo y que pueden ayudarte a que la tarea de encontrar un hueco libre te resulta más fácil y agradable.

Vamos a mostraros en este blog algunas recomendaciones de zonas en las que creemos podéis tener mayor disponibilidad de aparcamiento gratuito en temporada alta.

La Cantera:

Dirección: calle edison, 10

Distancia al hotel: 150m, 2min andando

Campo del Cachorro:

Dirección: Calle venus, 14

Distancia al hotel: 450m, 6min andando

Explanada del mercadillo:

Dirección: Avenida de la Música, 4

Distancia al hotel: 700m, 9min andando

Parking del Pozito Blanco:

Dirección: Calle de María Zambrano, 2

Distancia al hotel: 850m, 10min andando

Calle José Tomás Borrego “Calle el Peñón”

Es la “calle de los pubs” en Conil. Aunque el nombre oficial de la calle es José Tomás Borrego, todo el mundo la conoce como “calle el Peñón”. Es característica por estar llena de bares de ocio nocturno; muchos de ellos, con patio interior, pues se trata de antiguas viviendas que han sido reformadas en bares.

En esta calle podrás encontrar bares de baile latino, así como otros que te ofrecerán con frecuencia música en directo, como por ejemplo El Duende. Otros locales en los que podrás encontrar música en directo sen La Casa Inquieta (antigua vivienda también en Plaza España, con patio interior) o El Carruaje (en Calle Cádiz).

Sin embargo, si lo que prefieres es tomar una copa más tranquila, Jacaranda o La Tertulia tienen unos patios super agradables. Y si además quieres disfrutar de unas vistas al mar y buena música de la mano de Dj´s, acércate a Cala Puntalejo (Cocktail Bar).

Conil es un pueblo ubicado en una colina, a la orilla del mar. Desde la playa de los Bateles, llegando a la desembocadura del Río Salado, merece la pena detenerse al menos unos segundos y admirar el encanto de este pueblo blanco que se alza frente a su costa. Es una de esas instantáneas que se graban en la retina para siempre.

Pero también desde distintos puntos del pueblo se pueden encontrar instantáneas espectaculares. Por ejemplo, muy muy cerca el Hotel Leonor, en la calle Río Conilete, se encuentra un mirador poco conocido dirigido al este. Desde allí se divisa El Palmar, la Torre Castilnovo y Vejer.

Otros miradores más conocidos son el Mirador del Jabeguero, el de la Atalaya o el del Roqueo. Pero entre estos dos últimos, merece la pena recorrer un paseo muy agradable marcado por pasarelas de madera que nos lleva hasta el mirador de la Fontanilla y acceso a la playa.

Otro paseo muy recomendable es el que comienza en el mirador del Roqueo y recorre el acantilado de Roqueo-Fuente del Gallo alcanzando por fin esta tradicional playa en la que también encontramos un mirador espectacular sobre todo con las altas mareas en invierno. Poder disfrutar esta mansa playa en verano y tener la oportunidad de compararla con sus bravas olas rompiendo sobre la bajada de piedra en invierno, es una auténtica maravilla.

Sin duda, uno de los mayores lujos es poder desayunar en la playa. Esto es posible en el Chiringuito El Roqueo, en la playa del Roqueo, hasta las 12 del mediodía.

En el pueblo, para disfrutar de un buen desayuno / brunch, muy recomendable La Desayunería de Floren (calle Pascual Junquera) o Malcafé (calle Antonio Ureba).

Como pueblo de costa, Conil de la Frontera es un pueblo de pescadores, sobra decir que el producto que nos ofrece el mar es exquisito en esta tierra.

Comer en la playa

El clásico sitio para comer un pescado rico y a pie de playa es La Fontanilla (podrás encontrar 2 restaurantes uno al lado del otro, de igual calidad tanto en el producto como en el servicio, Restaurante La Fontanilla y Francisco Fontanilla).

Pero también puedes disfrutar de un buen plato con los pies en arena en El Huerto, La Ola o Feduchy Playa.

El Curro Jiménez, este lugar es especial por su ubicación, su autenticidad, y por permitirnos disfrutar de una cerveza fresquita en la playa casi cualquier día del año. Se trata de un bar-chiringuito de playa de los de antes, con carta según el producto con el que se pueda contar, sin prisas y con mucha guasa.

Comer atún rojo y cocina moderna de almadraba en Conil

Mención especial en esta región al atún rojo. Podrás disfrutarlo en las cocinas de muchos de los restaurantes de Conil, especialmente en el Cooking Almadraba, Restaurante La Fontanilla y Francisco Fontanilla; y de un modo especial también por su ubicación, el clásico Restaurante Juan María (con una terraza con vistas al mar).

Allí podrás encontrar el atún encebollado o atún en fritá de tomate, muy típicos también de Conil. Situado en la conocida Puerta Cai, en pleno barrio de pescadores. Allí también podrás disfrutar del Bar Puerta Cai, una cocina más innovadora con los productos de nuestro pueblo.

También podemos optar por una buena carne en el Restaurante Blanco y Verde, cocina moderna en Malabata y en Feduchy, o una maravillosa mesa con vistas al mar en Mirador El Roqueo o Timón de Roche.

Dónde tapear en Conil de la Frontera

El típico sitio para comer pescaíto frito en Conil es el Bar Los Hermanos, en la calle La Virgen, donde es muy recomendable probar el montadito de marrajo. También lo puedes encontrar en la Tahona, donde también podrás probar una versión de la tortillita de camarones acompañada de guacamole (la Tortihona).

Otro de los míticos del pueblo es El Palillero. Su nombre oficial es Bar Andaluz, pero nadie lo llama así en Conil. Lo reconocerás fácilmente por sus sillas y mesas de colores en la terraza. Allí podrás disfrutar de una variedad de cervezas internacionales acompañando a los clásicos montaditos de filetito en tomate, carne mechá con queso curado o palometa con roquefort (entre otros).

Comer caracoles

Avanzada la primavera, en el mes de mayo, llega uno de los manjares de temporada: los caracoles. Aunque los más conocidos son los caracoles de Pericón, también los puedes encontrar en el TBO o en el Titus Bar.

Comer alcauciles

No se pasa una Semana Santa en Conil sin comer un potaje de alcauciles. El alcaucil es una alcachofa que podrás encontrar en la huerta de Cádiz. Tradicionalmente se come guisada con habas y chicharitos. Y como toque especial, si le añades encima un huevo frito de Granja Rodríguez, está espectacular.

La playa de Conil, clásicamente, ha sido la playa de Bateles. Fácil acceso a pie, junto al paseo marítimo, al lado de la desembocadura del río.

Partiendo de aquí y paseando por la orilla en dirección oeste, podrás encontrar en el siguiente orden la playa del Chorrillo, La Ola, La Fontanilla, El Roqueo, Fuente del Gallo y Cala Puntalejo.

A continuación, subiendo el camino que lleva a los acantilados, se alcanza la Cala del Aceite.

Seguidamente, el Puerto Pesquero y el Faro de Roche, que nos marca el inicio de las distintas calitas en las que refugiarse del temido viento de levante: Cala del Faro, Cala Tio Juan Medina, Cala del Pato, Cala del Frailecillo, Cala del Áspero y Cala Encendida.

En cambio, si nos dirigimos desde la playa de Bateles hacia el este, cruzando la desembocadura del Río Salado, encontraremos un agradable paseo por una inmensa playa hasta El Palmar, cruzando la Torre Castilnovo en el camino.

Conil de la Frontera forma parte de los pueblos blancos y como tal alberga rincones con encanto.

Cuando echas a caminar por sus calles puedes encontrar, por ejemplo, “el barrio la mar”, barrio clásicamente de los pescadores de Conil. Conformado por estrechas calles irregulares.

Pasado el Arco de la Villa, girando a la derecha en la calle Alta, seguida por Baluarte; o atravesando la singular calle Cádiz con sus patios llenos de macetas a ambos lados; o bien cruzando Extramuros hasta la inigualable calle Amargura con la Puerta Cai y el mar de fondo.

Todos estos caminos te llevan al Barrio la Mar. Calle Lenguado, calle Boquerón, calle Ancla, calle Tolete, calle Remo… merece la pena recorrerlas, aunque podrás encontrarte aún hoy a algunos vecinos de Conil “sentados a la fresca” al terminar la jornada.